Misión ¿para qué? Es muy probable en que alguna ocasión sientas que esa decisión que has tomado de querer cambiar algo en tu vida o en tu negocio no haya sido lo más acertado que has hecho. Más trabajo, más saturación, menos vida social y familiar… Esto sucede cuando olvidamos nuestra misión.
A todos nos pasa, cuando decidimos salir de nuestra zona de confort, que nuestra vida se desajusta y se vuelve algo más complicada. Nos obliga a hacer cosas que antes no hacíamos. Y ahí es donde está, precisamente, la magia de salir de la zona de confort, en hacer cosas diferentes que nos lleven a lograr otros resultados que cambie nuestra realidad actual que ya no nos gusta.
Estos cambios, este salir de nuestra rutina diaria, nos obliga a hacer nuevas actividades, y si ya teníamos muchas qué hacer, incorporar nuevas acciones, nos lleva a sentirnos con más agobio en nuestras ya saturadas vidas.
En estos momentos juega un papel muy importante nuestro desarrollo personal que nos ayude a indagar cómo estamos, nos sentimos, y a encontrar nuestra misión. Cualquier cambio que nos planteemos siempre lo hacemos para mejor, para facilitarnos la vida, nuestro negocio, o lo que sea. No es para sufrir y pasarlo mal, sino todo lo contrario, para disfrutarlo y ser más felices.
Aquí juega un papel importante nuestra misión, tanto la profesional como la de vida, y si están alineadas, mejor que mejor. La respuesta de cuál es tu misión en este mundo nadie te la podrá dar, tú la has de encontrar.
Si no tienes claro el para qué estás en este mundo, cómo puedes contribuir a mejorarlo y dejar tu legado, no tendrás un rumbo claro que seguir. Entonces harás y harás y no sabrás para qué.
Cuando tienes clara tu misión programas todas las acciones en torno a ella. Esto hará que trabajes menos y te conviertas en una persona mucho más productiva, ya que siempre tendrás claro tú para qué haces lo que haces y te centrará en lo importante. Te ayudará a enfocarte mejor en tus retos, a encontrarte mejor y a vibrar en una energía mucho más alta.
Marcarás mejor tus prioridades, porque sólo has de preguntar si la acción que quieres realizar te ayuda mejor a cumplir tu misión.
Y tendrás un farol que te guíe en todo momento… tu misión.